En Nicaragua (al menos en Sutiaba), un caballo bayo, además de ser un animal muy bonito, es una comida típica que se hace al aire libre, donde las mujeres del pueblo llevan cada una un plato hecho artesanalmente.
Ayer tuve la inmensa suerte de ser invitada a uno.
Llegue a las 11 de la mañana a Sutiaba, bueno, he de decir que Sutiaba es la comunidad indígena donde yo trabajo. Está anexionada a la ciudad de León y desde hace años es considerado como un barrio de la ciudad, aunque los sutiabeños y sutiabeñas se resisten a que así sea y sigen manteniendo su identidad y tradicciones por encima de todo.
Los Sutiabas son un pueblo indígena, que acogieron a los españoles decidieron cambiar la ubicación de su ciudad debido a diferentes catastrofes naturales y a diferentes supersticiones. Los colonos trazaron las calles separando la ciudad de León del pueblo de Sutiaba, sin embargo, ya sabemos como es la historia, al cabo de los siglos la ciudad ha ido creciendo y tomando entre su trazado urbano calles del pueblo de Sutiaba, hasta que legalmente lo anexionó como barrio.
Pero, volvamos con el caballo bayo. Pues eso, que llegue sobre las 11 para ayudar en lo que podia. Primero hubo bailes tradiccionales nicaragüenses y los niños de los talleres realizados por la cooperación española exponian sus trabajos y los vendian. Me llevo un cuadro primitivista precioso pintado una de las niñas.
Después comenzó la comida y la bebida. Diferentes tipos de cacao y bebidas echas con maiz, bueníisimas, que servian en los vasos típicos realizados en jicara tallada.
Para comer... uf, habia tantas cosas: sopa de gallina, chancho con yuca (el chancho es el cerdo), indio viejo, gallo pinto, tostones (no como los de allí, los tostones aquí son platano frito), choricito blanco, chile, maduro, tortillas de maiz y un guiso hecho con cerdo, platano y verduras que maceran y cuecen en su propio jugo embuelto en hojas de plátano.
También por la tarde pude asistir a la presentación de un libro, escrito por una señora que se ha encargado de recopilar todas las danzas del pueblo Sutiaba y por ello ha sido reconocido por la UNESCO. Esta presentación fue algo especial ya que me permitio ver un montón de danzas tradicionales, desde época precolonbina, con la danza de los animales, hasta las manifestaciones actuales. Como siempre os digo, manifiestan el colorido y la alegria de este pueblo.
Por la noche me fui con mis compañeros de trabajo (Carlos, Miriam y Mª Jesus)a terminar el día, después se unió Fernando, cooperante de Cruz Roja, al que conocí en el hotel y estuvimos cenando y... bebiendo. El ron Flor de Caña es bueniiisimo y... bueno, el resto... os lo pedeis imaginar, aún tengo resaca!
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