GALLETAS PARA CELIACOS

En muchas ocasiones nos encontramos con necesidades alimenticias especiales. Es el caso de los celiacos, alérgicos al gluten y por ello con algunas limitaciones a la hora de tomar alimentos preparados y la repostería no es una excepción.

En el mercado nos encontramos diferentes preparados especiales que ya os mostraré más adelante, así como listados de alimentos sin gluten que nos serán útiles para preparar nuestras recetas, pero hoy os dejo unas ricas galletas. En este caso utilicé la receta de Teresa y cia, del blog La Casita de Azúcar, una extremeña que hace unas preciosas galletas, cada vez que veo su blog nos sorprende con algo nuevo y si tuviera que quedarme con alguna de sus creaciones sería un verdadero problema, porque no sabría ya que todas me gustan.

Lo único malo de esta receta es que la masa queda muy muy blanda, con lo que hay que tener mucho cuidado con ella y aún enfriándola varias horas en la nevera es difícil de manejar (ya veis al pobre novio, como tiene la cabeza).

Ingredientes:

250 gr. de harina sin gluten (75% de harina de arroz, que podéis encontrar fácilmente en Mercadona y 25 % de harina de maíz, Maicena)

80 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

80 gr. de queso mascarpone

130 gr. de azúcar

2 yemas de huevo

Proceder como cada vez que hacemos galletas:

Mezclar el azúcar con la mantequilla. Una vez que esté bien mezclada añadir el mascarpone y posteriormente las 2 yemas de huevo e integrar todo.

Seguidamente, vamos añadiendo la harina hasta que nos quede la masa (esta es más pegajosa que la que utilizo habitualmente).

En mi caso, como estaba tan pegajosa (hacía muchísimo calor) opté por enrollarla en un papel film y enfriarlas toda la noche.

Extendí la mezcla, corté con los cortadores y con mucho cuidado horneé durante unos 7 minutos. Horneadas también son muy pero que muy delicadas a si que hay que tener muchísimo cuidado a la hora de manipularlas.

Para decorarlas, en este caso he utilizado fondant ya teñido, de la marca Regalice, apto para celiacos. El único color que no tenía era el rosa y el carne a si que teñí el fondant blanco con los colorantes Sugarflair, también aptos para celiacos.

Una bonita presentación, en este caso, en colores vivos y alegres, hacen el resto!