PASAR A TOMAR UN TROZO DE TARTA

¡Buen lunes a todos! Hoy es mi cumpleaños y como no puedo enviaros un trozo de tarta a cada uno de vosotros, os la envío "virtualmente", si, lo se, no es lo mismo... pero quedémonos con eso de que "la intención es lo que cuenta".

Ha habido años que he celebrado mi cumpleaños con una gran fiesta, alquilando algún local e invitando a mucha gente, otros en los que he celebrado mi cumpleaños hasta tres o cuatro veces: con la familia, con unos amigos, con otros amigos, con la pareja... Sin embargo, este año me apetecía algo más intimo, con cuatro o cinco amigas, pasando un rato agradable entre risas, conversaciones y un trozo de tarta y, por supuesto, con Angie, como testigo de todo!

Adelanté la celebración al fin de semana para que pudiera estar una de mis mejores amigas, que vino desde Madrid cargada de regalos y de buena energía.

No era esta la tarta que quería hacer para mi cumpleaños pero es la tarta favorita de dos de mis invitadas y, como buena anfitriona, decidí darle el capricho a ellas. La tarta en cuestión es la red velvet y, aunque hay multitud de recetas por la red esta es la que yo siempre he hecho.

Ingredientes:

300 gr. de harina

300 gr. de azúcar

2 cucharaditas de levadura

5 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar

200 ml. de leche

1 chorrito de vinagre

200 ml. de aceite de girasol

4 huevos

En primer lugar añadimos a la leche el vinagre para hacer la buttermilk (yo nunca tengo y utilizo este método) y dejamos reposar la mezcla 10 minutos.

Después mezclamos los ingredientes secos por un lado y por otro, una vez que haya reposado la buttermilk, los líquidos. Vertemos los líquidos sobre los sólidos y mezclamos bien.

Horneamos 40 minutos a 180º.

Para la cobertura utilicé la misma receta que hice para la rainbow cake.

No quería despedirme si que vierais uno de mis regalos. ¿No me digáis que no es precioso? Ya estoy deseando hacer una tarta navideña para utilizar este cake stand.