MEJILLONES AL VERDEJO CON SALSA PICANTE

Esta receta se ha hecho siempre en mi casa, primero mi abuela y luego mi madre. Además, esta salsa da mucho juego y os adelanto que no será la única vez que la veáis en el blog. Los mejillones me encantan de cualquier manera, en vinagreta, en escabeche, como tigres... Un de mis bocadillo favoritos es pan de molde, mejillones en conserva, en escabeche y patatas chips. Mi chico dice que es una "guarrería", pero a mi me encanta. Ingredientes 1 kg. de mejillones 1 chorrito de vino de Rueda (Verdejo) Aceite 2 cucharadas de harina 1 cucharadita de pimentón de la Vera dulce 1 cucharadita de pimentón de la Vera picante Sal

En primer lugar tenemos que limpiar bien los mejillones. Para ello, en primer lugar quitaremos las "barbas" (hilitos con los que el mejillón se fija a las bateas), esto lo haremos tirando con un cuchillos, con fuerza. Después limpiaremos bien la concha. Para ello yo tengo un estropajo tipo "nanas" que utilizo solo para ello. Rasparemos bien y pasaremos por agua.

Es importante limpiar bien las conchas de los mejillones puesto que los serviremos con ella.

Si al limpiar los mejillones alguno permanece abierto, lo tiraremos, ya que está estropeado.

Colocamos en una cazuela amplia y ponemos a hervir. Normalmente yo los cocía tal cual, al vapor. Sin embargo, el otro día, mi amigo Felipe, rodense donde los haya y que me descubrió el vino de Rueda nos los puso con un chorrito de verdejo y me encantó, tenían otro sabor, riquisimo.

Así añadiremos un chorrito de vino de Rueda y coceremos unos 4 minutos, comprobando que los mejillones se han abierto.

Es importante tirar aquellos mejillones que no se hayan abiertos, ya que estarán malos. Una vez cocidos quitaremos una concha y dejaremos otra para servir el mejillón.

Nos ponemos a hacer la salsa. Para ello sofreiremos un ajo cortado en láminas en un poco de aceite.

Añadiremos las cucharadas de harina y las cucharaditas de pimentón de la Vera y cocinaremos un poquito, añadiendo poco a poco el caldo que han soltado los mejillones (lo habremos colado previamente por si tuviera alguna impureza). Con un poco de paciencia y sin parar de mover iremos ligando la salsa.

Si os queda algún grumo, siempre podremos recurrir a la batidora, una vez que la salsa esté ligada. Añadimos un poquito de sal y repartimos sobre los mejillones.