En la bakery hay pocos, muy pocos ratos muertos, por no decir ninguno. Siempre hay algo que hacer. Cuando no son encargos, son provisiones para vender en la tienda y cuando no, preparar los talleres, sacar hacia adelante nuevos proyectos, realizar inventario, limpiar, papeleo... pero hoy son las 23.00 y tengo todo "casi" listo, solo me queda esperar a que se termine de hornear un bizcocho de limón que huele de maravilla y mientras tanto... os enseño algunas de las últimas tartas. He realizado muchísimas más pero... el ritmo,a veces, es tan frenético que ni tiempo para fotografiarlas hay, y es una pena, porque parece que si tengo una foto, las recuerdo mejor.
La primera, de inspiración oriental, surgió a raíz de comprarme una plantilla de estarcido con una rama de almendro (o cerezo, no se) el caso es que fue verla y surgió la inspiración.
Esta pareja hacían 25 años de casados y sus hijos le regalaron una tarta donde aparecieran ellos con su pasión, cantar en una coral. Así de elegantes van a sus conciertos.
Otra para celebrar las bodas de plata, pero mucho más colorida. Me gustó muchísimo el resultado. Me inspiré en una tarta que encontré en una página de internet (lo siento, no recuerdo el nombre) y las vaquitas me parecieron muy simpáticas.
Ya sabéis de mi pasión por los gatos a si que esta tarta me divirtió especialmente, sencilla pero a la clienta le gustó mucho.
Cuando el cliente sabe lo que quiere es fácil plasmarlo en una tarta (bueno, no siempre porque hay cada cosa...) pero el problema llega cuando no lo tiene claro y no te da muchos datos para conseguir hacer la tarta que la persona desea recibir. Fue el caso de esta última. Querían algo elegante para una señora mayor y se me ocurrió que un estarcido en tonos pastel sería lo más adecuado.