La gran mayoría de los que hayáis viajado a Lisboa conoceréis estos famosísimos y misteriosos pasteles. Famosos porque la
pastelería donde los hacen, al menos los originales, que se pusieron a la venta por primera vez en 1837 está situada frente a la Torre de Belem, visita obligada de turistas y misteriosos porque dicen que nadie conoce la receta.
Tenía muchísimas ganas de hacerlos e investigando por blogs portugueses encontré esta receta que se aproxima mucho a los originales y que os recomiendo que probéis.
Ingredientes (para 12 unidades pequeñas):
1 lámina de hojaldre fresco
250 ml de leche
1 cáscara de limón
1 palito de canela
30 gr. de harina
250 gr. de azúcar
125 ml. de agua
4 yemas pequeñas
Azúcar glass
Canela
En primer lugar disponemos los moldes donde vamos a hornear los pasteis de Belém, en mi caso utilicé las flaneras de un solo uso que venden en Mercadona. El molde original suele ser más planos pero yo no tenía y por eso me han quedado más pequeñitos, pero igual de ricos.
Engrasamos los moldes y a continuación disponemos el hojaldre en un cilindro, enrollando sobre si mismo y cortamos "rodajas" de uno centímetro y medio. Ponemos cada "rodaja" dentro del molde y lo empezamos a extender dentro del molde con los dedos, para conseguir cubrir el molde lo máximo posible.
Dividimos la mitad de leche y la ponemos en un cazo a calentar junto con la cáscara de limón y el palo de canela.
En el resto de la leche diluimos toda la harina, con ayuda un batidor manual.
Cuando la leche comience a hervir vamos añadiendo poco a poco, y sin dejar de batir la mezcla de leche y harina. Veremos que comienza a espesar cada vez más. Tenemos que tener mucho cuidado de que la mezcla no se nos queme, con lo cual tendremos el fuego bajo.
En otra cazuela ponemos a hervir el azúcar y el agua. Cuando comience a hervir lo dejamos justamente 3 minutos y separamos del fuego.
Cuando tengamos el almíbar, lo añadimos poco a poco a la mezcla anterior, sin dejar de batir hasta conseguir integrarlo todo.
Retiramos la cáscara de limón y la canela y colamos la mezcla para que nos quede fina y sin grumos.
A esta mezcla resultante añadimos las yemas y ya tendremos la crema hecha.
Con ayuda de una jarra vamos vertiendo la masa en nuestros moldes, sobre el hojaldre.
Horneamos unos 7 minutos a 250º y comprobamos con una aguja si está hecho. Parecerá que se nos quema la parte superior pero esto es característico de estos pasteles.
Dejamos enfríar y sacamos del molde. Mientras tanto mezclamos un poquito de azúcar glass con canela (las proporciones dependen de lo que os guste, a mi me gusta más la canela a si que he añadido bien de canela para que salga el gustillo). Espolvoreamos la mezcla de azúcar glass y canela justo antes de servir.
Fijaros si están buenos, que no pude evitar la tentación y me comí uno mientas hacía las fotos ;)
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