- 1 vaso de agua
- 1 vaso de harina
- Unos granos de sal
- 3 huevos
- Aceite de girasol
- Crema pastelera
- Chocolate de Vezdemarbán
- Azucar glass
Añadimos uno a uno los huevos y mezclaremos bien. No añadiremos otro huevo hasta que no esté integrado el anterior. Si teneis amasadora os facilitará mucho el trabajo, si no vuelta tras vuelta hasta que integremos todos los ingredientes.
Dejamos reposar una media hora la masa. Transcurrido este tiempo, ponemos el aceite en una sartén a fuego fuerte, cuando esté bien caliente, vamos distribuyendo bolas de masa. Si tenemos una manga lo haremos con ella, si no con una cucharilla pequeña. El truco está en ir dando vueltas a los buñuelos, hasta que se hinchen y se hagan bien por dentro, sin que nos quemen por fuera.Ponemos a escurrir en un papel de cocina y una vez frios, abrimos los buñuelos, con una tijera y rellenamos. El relleno tradicional es a base de crema pastelera pero yo no me resistí a rellenar algunos con chocolate de mi pueblo, del que ya os hablaré.
Emplatamos y espolvoreamos con azucar glass.
Un postre laborioso pero riquisimo.
Ah! Se me olvidaba. En mi pueblo es tradición de este día comer los típicos "Picos". No son ni más ni menos que una masa de pan anisada. Antiguamente, la gente iba camino del cementerio comiendo esté pan.
Se ven deliciosos, felicidades para la cocinera y para la pinche.
ResponderEliminarbesos
Si esq tienes una madre...
ResponderEliminarel domingo por la noche me cansé de ver a gente disfrazada y celebrando hallowen, igual dentro de unos años nos vemos celebrando el día de acción de gracias ja ja ja.
ResponderEliminarLos buñuelos riquísimos, eso sí que no nos los cambian.
un besito
Tienes razón Clemenvilla (por cierto, sigo tu blog desde hace tiempo y me ha echo mucha ilusión tu comentario). Ultimamente nos fijamos más en las fiestas "agenas" y olvidamos las propias, aunque tratantdose de fiesta ¿por qué no las dos?
ResponderEliminarGracias por estas recetas tradicionales, Vicki. Cocinar tiene algo de magia y de viaje en el tiempo y en el espacio. Por eso nos debe gustar cocinar lo que cocinan nuestras madres y nuestras abuelas, pero también hacer galletas de genjibre o cosas que no tienen que ver con nuestra tradición, sobre todo si con lo que cocinamos disfrutan las personas que queremos. Besitos.
ResponderEliminarPara mi, uno de los mejores recuerdos que tengo de la infancia es cuando mi madre y yo nos metiamos los sábados en la cocina y preparabamos el postre del domingo. Ahora seguimos haciendolo y cada vez que voy a casa, la cocina es nuestro "santuario" donde mi madre y yo cocinamos, compartimos y charlamos.
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